PALABRAS Me hablas de madurez y esfuerzo, de falta de interés, de desapego. Me reprochas mi desidia y como cuchillo afilado, se me clavan tus palabras.
Y es que no alcanzo a entender que a través de mis ojos, ahora tristes y ajenos, no consigas intuir el infierno en que me encuentro.
¿Sabes lo que significa rabia, vergüenza , tristeza, miedo o el frío que inunda mi casa y que me paraliza el cuerpo?
Los que antes me guiaron como fuertes mascarones los que a volar me enseñaron confiado y sin temores, se hunden en un lodazal de miseria y de rencores.
¿Dónde huyeron las sonrisas, las caricias y los besos, el cobijo de mi casa, mi refugio, mi consuelo?
Me hablas de madurez Y, te juro, no te entiendo, que he aprendido a dentelladas, que la vida no es un cuento.
Me reprochas mi desidia, mi falta de interés, mi desapego e intento contener el llanto que me desborda y no puedo.
Y, de repente, te trasmutas: paso a ser persona y siento que has abierto las cortinas que cubrían mis sentimientos.
Me miras con ojos esquivos, te avergüenzas, ya no hay tiempo. No quiero pena ni lástima, quiero salir de este agujero.
Y te vas, ya toca el timbre, y en mi mente queda impreso el dolor por tus palabras. mi angustia, mi sufrimiento. |