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Todo el mundo rechaza sin ningún tipo de paliativos la violencia contra las mujeres. Pero, ¿qué ocurre cuando somos testigos en primera persona de este tipo de agresiones?

La compañía sueca STHLM Panda ha realizado un experimento en el país nórdico para comprobar la reacción de la gente ante la violencia de género. Con una cámara oculta instalada en un ascensor, un hombre amenaza y agrede a su supuesta pareja, ante un testigo.

Basta con ver el vídeo para comprobar que aunque la opinión y actitud de la mayoría ciudadana es totalmente contraria a este tipo de violencia, a la hora de la verdad, no se actúa en consecuencia. Solo una de las 53 víctimas de la cámara oculta reacciona ante la agresión de un hombre a su pareja.

 Las frases en sueco dicen:

“Hemos instalado una cámara oculta en un ascensor”

“Queríamos verla reacción de la gente ante la violencia hacia la chica”

“Se trata de mostrar las reacciones que recibimos”