Hoy, horas después de conocer la noticia del atentado contra la redacción del semanario satírico "Charlie Hebdo", es un momento idóneo para defender la libertad de expresión y la tolerancia. Principios o derechos que hay que salvaguardar por su importancia y por la dificultad que entraña su consecución práctica.
Me gusta ese pensamiento del ilustrado Voltaire que decía "no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo".
O la profundización de esta misma idea en palabras de Noam Chomsky: "... Si crees en la libertad de expresión entonces crees en la libertad de expresión para puntos de vista que te disgustan. Por ejemplo, Goebbels estaba a favor de la libertad de expresión para los puntos de vista que compartía, igualmente Stalin. Si estás a favor de la libertad de expresión, eso significa que estás a favor de la libertad de expresión precisamente para los puntos de vista que no compartes, de otra forma, no estarías a favor de la libertad de expresión".
Todavía en el presente, hay mucha gente en las cárceles de países no democráticos por esta falta de libertad de expresión, e incluso en los países democráticos hay episodios puntuales, muy claros, de violación de este derecho tan importante. Censuras más o menos ocultas.
El fanatismo en todas sus versiones: religioso, ideológico, deportivo... tiene consecuencias siempre negativas y carece de sentido en el mundo de "aldea global", tan heterogéneo, característico la actualidad. Una sociedad compleja en la que la diversidad la entendemos como algo que enriquece a las diversas culturas.
¡Viva el humor, viva la sátira!
¿Qué opináis vosotr@s?
Estoy muy de acuerdo contigo David, es terrible que algunos no respeten la libertad de expresión y que hagan sucesos tan terribles e intolerantes como el asesinato en nombre de una religión. Pero como leí una vez todo somos humanos, la religión nos separa, los políticos nos divide y el dinero nos clasifica.