Uno de los protagonistas del sketch de los inigualables Monty Python's que vamos a ver a continuación sentenció: "la religión es el opio del pueblo". En la sociedad española podríamos debatir sobre si el fútbol es o no, opio para el pueblo español.
Lo que está comprobado es que el status del fútbol en el imaginario de algunos países a lo largo del mundo, es casi de religión. Los grandes "galácticos", Messi, Cristiano... Son considerados Dioses en la Tierra. Modelos a imitar y fuentes de inspiración para millones de niños. Encarnan algunos de los valores que se consideran el zenit de la sociedad en la que vivimos: tienen fama, dinero, juventud, son polos de atracción de los flashes y las pasiones (e incluso juegan bien al fútbol).
En España, los éxitos de la selección española de fútbol (2008,2010,2012) hicieron olvidar (por momentos) la profunda crisis que paralizaba el país; manifestaciones de júbilo y patriotismo se dieron en toda nuestra geografía, desde Finisterre al cabo de Gata, desde Punta Umbría a Port Bou.
En ocasiones, estas sobredimensión de los deportes de masas es atacada por el mundo intelectual, al que señalan como muestra de falta de cultura, despreciable mercado, medio alienizante. Lo cierto es que la economía que mueve el fútbol, en nuestro país, es evidente (cantidad de bares que sobreviven gracias a las emisiones de los partidos, periodismo, merchandising...).
¿Se puede llegar a pensar que en la escala de valores, de nuestro mundo actual, prima lo físico sobre lo psíquico? Esperamos vuestras reflexiones tras ver los vídeos.
Es muy bueno el video de los filósofos, y como los griegos llegan a entender cómo funciona el fútbol, y es algo vergonzoso el cómo jugadores de fútbol referentes para gran parte de la sociedad no sepan ni expresarse, es verdad que es difícil salir a una rueda de prensa y contestar a todo tipo batallón se fusilamiento, pero si creo que tienen, mejor dicho deben formarse como persona, si son deportistas, pero no solo hay que ejercitar el cuerpo, porque de nada vale si no se ejercita el intelecto.
A mi cada vez me gusta menos el fútbol, deja de tener importancia para mí, sobretodo viendo cómo está el mundo.
Un saludo.