Un viaje de aprendizaje

Este fue el título elegido para la ponencia de Pedro García Aguado, puede que desde fuera sólo se vea como una simple frase, pues ni siquiera tiene verbo, pero va mucho más allá.

Un viaje supone prepararnos, trazar el itinerario, elegir los compañeros de ruta, tomar decisiones, modificar y cambiar el rumbo por cuestiones ajenas a nosotros /as, disfrutar del camino ,del destino  y recordar lo vivido entre otras muchas.

Estamos continuamente viajando porque cada día nos ofrece muchas experiencias, quizás no tan impactantes y nuevas como las que solemos encontrarnos cuando cambiamos de destino, pero no por ello menos importantes.

Si algo dejo claro Pedro es que el éxito y el fracaso son las caras de una misma moneda, al lanzarla al aire es una sóla parte la que se muestra de ésta, esto es sólo azar, estadística y probabilidad.

Nuestras vidas van más allá, parece que el éxito y el fracaso acontecen con truculenta velocidad en la vida de los otros, pero el viernes quedó claro que hay un componente que está en la sombra, que puede parecer superfluo pero que constituye la esencia de lo que acontece en nuestras vidas. Esta parte sombría es lo que denominamos esfuerzo y es el motor del cambio y del progreso en nuestro viaje y en el de los demás. ¿Cuántas veces atribuimos el esfuerzo a nuestros logros y la suerte a la causa de los logros ajenos? ¿Cuántas veces pensamos que la mala suerte se sitúa sobre nuestra cabeza obstaculizando la consecución de nuestras metas?

Hay cuestiones que están fuera de nuestro alcance o manejo, pero el esfuerzo es controlable y manejable, sólo depende de nosotros y nosotras. Esto nos da una fuerza increíble, ya que a pesar de que el talento es otro condicionante del éxito, tan sólo supone un 10% de este, es la parte manejable , el esfuerzo, la que constituye el gran porcentaje de lo que logramos.

En este viaje de aprendizaje nos vamos a topar con muchos obstáculos y dificultades, las cosas no siempre van como nosotros queremos ni llegan en el momento deseado. Esto nos provoca frustración, una sensación que tenemos que aprender a manejar. En este viaje vamos a caer al suelo, pero tenemos que seguir el camino, levantarnos y seguir dando pasos, esperando la próxima caída. Cuando caigamos debemos analizar las causas, cambiar aquello que puede modificarse y sentirnos responsables de lo que nos ocurre. Son muchas las ocasiones en las que no afrontamos la realidad, no luchamos contra nuestros miedos y eso nos paraliza, no nos deja proseguir el viaje.

La forma de relacionarnos con los demás conforma nuestra felicidad y no olvidemos que la asertividad debe ser nuestra compañera de viaje. Debemos decir lo que pensamos y sentimos defendiendo nuestros derechos y respetando a los demás.

Y recogiendo unas palabras de Punset: “Hay que conjugar el entretenimiento y el conocimiento”, en mi opinión, ambas se conjugaron y nuestro guía consiguió que fuésemos compañeros y compañeras de su corto pero apasionante viaje. ¡Gracias a todos los participantes!

Eva Ortiz