Entrevista a Eva  Ortiz   (realizada por Marco Antonio)

Qué tipos de libros lees?¿Y cuál ha sido el último?

Leo todo tipo de libros, me encanta compartirlos con la gente y me suelen interesar aquellos que me recomiendan, que han gustado a otra persona. Mis preferidos son  los libros que narran vida, en los que puedes perderte con los personajes y vivir con ellos sus éxitos y desdichas. Los últimos que he leído, los leí a la vez “Las chicas de alambre” y “Reencuentro”.

¿Cuál dirías que es una de tus virtudes más destacadas?

El optimismo, soy una persona muy optimista, siempre creo que todo puede salir bien. Creo que la vida es demasiado corta para lamentar, hay muchas cosas que son positivas y creo que hay que fijarse y centrarse en lo positivo para crecer. Hay veces que la adversidad te inunda, pero incluso en esos momentos pensar que todo puede mejorar es la luz que te permite avanzar.

¿Podrías decir algo que sorprenda sobre tu forma de ser?

Creo que no hay nada que pueda sorprender, soy muy transparente.

¿Por qué elegiste ser profesora?

 He tenido grandes profesores y he sido muy feliz en mi etapa educativa, creo que eso ha hecho que pueda ver en la docencia la profesión ideal. Siempre me ha gustado estar con la gente, ayudar y aprender. He de decir que cuando era pequeña quería ser veterinaria. Pero en secundaria tuve claro que prefería dedicarme a las personas, quizás influenciada por la profesión de mi madre. Vi que ella disfrutaba mucho con su trabajo y eso influyó  en la decisión de elegir mis estudios. Primero estudié la diplomatura en educación social y más tarde me decanté por la educación formal, comenzando mis estudios de psicopedagogía.

¿Qué es lo que menos te gusta de tu profesión y lo que más?

Me encanta la orientación, es muy variopinta, no te permite aburrirte. Un día estás haciendo diagnósticos, otro te reúnes con familias, otro haciendo informes… El trabajo cambia mucho dependiendo de la etapa educativa en la que trabajes y eso te mantiene muy activa. Lo que menos me gusta de mi trabajo es dar malas noticias. A veces toca sentarte delante de unos padres y romperles el corazón hablando de las dificultades que tiene su hijo o hija.

¿Tienes alguna anécdota?

Te cuento algo que se me ocurrió y dejó perplejos a los alumnos. Estaba en el despacho de un colegio y me tocaba hacer una evaluación psicopedagógica a un alumno de cinco años. Estaba sentada y vi una caja de cartón con algo que sobresalía en una estantería del despacho. La curiosidad me pudo y bajé la caja, descubrí que eran unas alas de mariposa de un disfraz. Me las puse sin pensármelo dos veces y fui a la clase de infantil a buscar al alumno. Cuando los niños y niñas me vieron entrar se quedaron estupefactos. El niño me acompañó y todos los alumnos querían venir conmigo. Cada vez que entraba en la clase, todos los pequeños levantaban la mano y decían ¡ yo, yo! ¿Puedo ir contigo? Fue muy entrañable.

¿Qué te han enseñado los alumnos?

Los alumnos me han enseñado mucho, nunca dejan de sorprenderme. Cada día que entras en el aula te “empapas” de algo distinto, de cada alumno aprendo algo. Hay personas que tienen una historia de aprendizaje poco alentadora y son capaces de dejar atrás lo negativo para superarse a sí mismos, creo que es una de las mejores enseñanzas.

¿Ha habido alguno en concreto que te haya sorprendido?

Muchos, admiro a los que trabajan, acuden a clase, estudian y tienen familia. El esfuerzo que realizan es inmenso. La sensación de autoeficacia es su mejor recompensa.

¿Crees que el emprendedor nace o se hace?

No creo en las habilidades innatas, puede que haya una base, pero de nada sirve si ésta no se enriquece y se apuesta por el aprendizaje. Muchos emprendedores han crecido en entornos de emprendimiento, pero no es suficiente, la empresa hay que sacarla a flote cada  día y sin una buena preparación y perseverancia creo que es muy difícil salir airoso.

¿Y el profesor?

Opino lo mismo, además en esta profesión se incluye un factor ineludible: el trato con los demás.

¿Cómo mejorarías la educación en España?

Es una pregunta que encierra mucha complejidad, creo que la educación es algo muy serio que no puede depender del partido que gobierne. No es normal que desde los años 70 la educación haya  sufrido tantos vaivenes, deben establecerse unas bases comunes que habrán de modificarse para responder a una sociedad en permanente cambio, pero la estabilidad es necesaria para mejorar el sistema. Hay que poner el acento en lo importante y llegar a conseguir un pacto por la educación. ¿Alguien imagina que en su casa cambien las normas dependiendo quien lo visite? Pues lo que no queremos en nuestro entorno no podemos quererlo para lo demás. Incluiría aprendizajes más funcionales que motiven al alumnado al ser fácilmente transferibles a su vida cotidiana. Apostaría por un aprendizaje menos receptivo y más constructivo en el que el alumno se sienta más responsable y artífice de lo que aprende.

¿Cómo motivarías a los alumnos menos motivados?

Intento descubrir aquel aspecto que une al alumno con la asignatura, aquello en lo que puede destacar o con lo que puede sentirse más cómodo. Refuerzo cada pequeño paso, reconozco aquello que hace bien y lo más importante me preocupo por lo que hace.

¿Y donde crees que nace su falta de motivación?

Muchas veces de una historia de aprendizaje de fracaso, de problemas no resueltos en la infancia, la baja tolerancia a la frustración y la poca cultura del esfuerzo, otras les ataca la peor enfermedad del mundo: la pereza. Intento hacer comprender al alumnado que la motivación, a veces, viene de fuera, pero hay que buscarla en cada uno, debe ser intrínseca al individuo. La creación de rutinas y hábitos facilita la realización de lo que nos proponemos a pesar de ser actividades tediosas. La motivación es una energía que nos mueve a realizar cosas y además se retroalimenta, cuando logramos aquello que nos proponemos, nos sentimos bien y eso nos alienta a seguir intentándolo. Mi consejo es que nos propongamos metas pequeñas, alcanzables y con posibilidades de ÉXITO, para después pasar a metas más retadoras. A veces queremos dar el gran salto y nos caemos. Todo paso a paso.

¿Qué características dirías que tienen los alumnos de 4 de mañana?

Se respira calidad humana. Es una clase muy heterogénea en muchos aspectos. Hay alumnos muy maduros e implicados. Otros alumnos muy soñadores y poco constantes que no están muy centrados.

¿A qué alumno piensas entrevistar?

El alumno al que entrevistaré será ABDALAHI,   procede del Sahara y creo que su vida puede ser un estímulo y un ejemplo para todos.